domingo, 16 de mayo de 2010

OPEN GRAVES (2009)


Al leer cualquier cosa relacionada con esta película, que se presentó en el Festival de Cine Fantástico de Estepona el pasado año, pero que no tuvo distribución comercial en España, uno no sale de su asombro: una película rodada entre Madrid y el País Vasco por un director patrio, con guión estadounidense y un reparto internacional, plagado de americanos, italianos y algún españolito que se quiso meter en una producción fantástica, que podía tener mucha relevancia en diversos mercados. Y por si fuera poco, su protagonista femenina era la tremenda Eliza Dushku, Faith en Buffy Cazavampiros. Pero como sucede en la mayoría de estos casos, todo se quedó en un quiero y no puedo aburrido, que se vendió en sitios puntuales como Japón, pero que pasó sin pena ni gloria por las estanterías de DVD´s de grandes centros comerciales.

El título traducido, que vendría a significar Tumbas Abiertas, puede remitirnos a las típicas historias de zombies, pero aquí todo es más rebuscado. Un grupo de jóvenes con ganas de marcha encuentran, de manos de un tipo un poco raro, un tablero de un juego antiguo, donde los participantes se enfrentan contra el juego. Esa misma noche, los chavales, que se han quedado sin drogas, se disponen a echar una partida a los Juegos Reunidos. Todos acaban muriendo en el tablero, a excepción de uno de ellos. El problema es que, al morir en el juego, fallecerán también en la vida real, del mismo modo. Es así como se suceden las más ridículas muertes, en función de la carta que leyesen mientras estaban jugando. Para que la próxima vez se dediquen al mus. Y después, lo de siempre; llantos por los amigos perdidos, un tonto flirteo amoroso, conversaciones de besugo, un villano interesado en el juego y la típica investigación de lo que está pasando.

Lo cierto es que todo empieza bien, con unas truculentas imágenes de los tiempos de la Inquisición Española, haciendo de las suyas a una bruja que grita más de la cuenta. Esta bruja traspasa su poder al tablero, que finalmente llegará a manos de nuestros protas unos pocos siglos después, para disfrutar con toda la familia en las tardes de domingo. Sin embargo, la historia resulta muy aburrida y repetitiva, y el conjunto de acentos extranjeros en el filme no llega al nivel de Malditos Bastardos, precisamente, sino que resta verosimilitud al conjunto.

Los efectos especiales son muy cutres, aunque hay una muerte relacionada con cangrejos, que da grima. Todo se antoja como una suerte de Jumanji de terror, que no aporta miedo, sustos ni un argumento conseguido. Muy sosa película de brujería y maldiciones, aunque las apariciones de la Dushku eleven los enteros del título.

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