lunes, 15 de marzo de 2010

FRANKENHOOKER (1990)


Vuelvo a escribir una entrada dedicada a un filme de Frank Henenlotter para meterme con él, por malo y por regodearse en su maldad como cineasta. Apruebo que pueda tener unas ideas brillantes y que su amor hacia el género no tenga límites, pero es que este tío no mejora con los años como el vino, más bien es como un brik de Don Simón barato. Comenzó con Basket Case, que gustó mucho a unos cuantos, quizá por lo incorrecta y cerda que era. Vale. Pero es que después continuó haciendo lo mismo, aunque peor y ya sin gracia, hasta llegar a este subproducto, carente de imaginación, pero con mala leche, eso sí, sacada de la vaca más mugrienta del campo. Una actualización del mito de Frankenstein, aplicado en esta ocasión a una mujer, y es que al director se le ven las intenciones desde el primer minuto, sólo con echar una ojeada a la carátula, que eso sí, incluye un gran slogan supuestamente perpetrado por Bill Murray: "Si sólo ves una película este año, debería ser ésta". Lo mejor de la cinta, sin duda.

El protagonista es un joven científico que vive inmerso en su mundo de experimentos locos, sin hacer mucho caso a su familia ni a su novia. Para el cumpleaños de su padre, el chaval le regala un cortacésped a control remoto, casi tan inteligente como el robot de Rocky 4, que por accidente, acaba con la vida de su novia, cuya sangre salpica todas las tartas del lugar. Pasado un tiempo, el chico se dedica a investigar cómo podría revivir a su zagala, y se decide por injertarle partes de distintas mujeres y utilizar el poder de un rayo para tenerla de nuevo a su lado y disfrutar de sus carnes. Por tanto, se mete en un sórdido mundillo de prostitución y drogas, donde contrata los servicios de un grupo de pilinguis a un tal Zorro (jaja), de donde sacar la materia prima para su experimento truculento. De ahí es de donde procede el título del filme, que vendría a significar algo así como FrankenPuta, pero sin ofender.

Como todos los títulos del cineasta neoyorkino, la fotografía no brilla siquiera por su ausencia, todos los planos parecen sucios, los chistes aburren y el metraje se alarga más que el hundimiento del Titanic. Eso sí, algunos momentos divertidos sí que hay, como aquel de las prostitutas explosivas o el plano final, donde nos encontramos con una especie de Frankenstein travesti. Y es que Henenlotter sí que sabe pervertir todos los mitos, el problema es que el ritmo de la narración nunca le acompaña. Si hubiera más humor en la peli, otro gallo cantaría, pero no es así. Parece querer dejarlo todo masticadito y sencillo para el espectador, pero no somos tontos y lo entendemos a la primera, no hace falta que algo se repita hasta la saciedad para que quede clarito.

Si algo se puede decir a favor del director, es que jamás ha abandonado sus raíces. Y se nota.

3 comentarios:

  1. Vale, creo que queda claro que no debemos acercarnos a Henenlotter. Consejo captado. Aun así yo recuerdo Basket Case como algo divertido en incluso serio a tramos... Pero claro, es lo malo que tiene ver mucho cine de canijo, que luego se encumbran las cosas.

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  2. Muy buena comparación con el tetrabrick y el titanic jeje.

    Es una película de fetichismos, es su único punto que difiere de Basket Case. ¿No hay nada nuevo de este director desde hace años verdad?

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  3. Lo ultimo del director pertenece al año 2008 y es una pelicula llamada Bad Biology. He oido que es de lo mejorcito de su filmografia, lo cual noe s echarle muchos piropos, la verdad, pero su argumento es tan truculento que tengo ganas de verla. Asi puedo decir que he sobrevivido a la completa filmografia de Henenlotter.
    En cuanto a Basket Case, la vi hace poco y la recuerdo fatal, jeje. No obstante, al ser su opera prima, se le puede perdonar un poco. Pero vamos anónimo, que al verla de peque, seguro que la recuerdas mejor de lo que es.
    Un saludo a los dos!

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