jueves, 7 de enero de 2010

AVATAR (2009)


Permitidme que haga un inciso en mi habitual (aunque todavía breve) paseo por el cine de terror, para tener un escarceo amoroso con un filme de ciencia-ficción pura y dura, que se acerca más al fantástico que al terror, a pesar de contar con varios momentos de pelos como escarpias. En este caso, que no creo que sea el único, voy a comentar mi experiencia 3D con Avatar, el estreno más esperado del año, probablemente, sobre el que se habían dicho mil cosas y las que están por venir (que si premios Oscar, que si una escena inédita de sexo en el DVD, que si secuelas...).
Como todos sabreis, el amigo Cameron se tiró como 12 años hasta que sacó este proyecto a la luz, ya que tuvo que crear una nueva tecnología para los efectos especiales de la cinta (está claro que no se tiró tanto tiempo para escribir el guión), y hace poco, finalmente y con gran expectación, se estrenó en cines de todo el mundo.
Hacía años que Cameron, otro Rey Midas de Hollywood, pues cualquier proyecto en sus manos tiene éxito (incluso ese tostón que fue Titanic, donde el hundimiento del barquito era lo mejor), hablaba sobre las grandes posibilidades de su nuevo filme, que consistiría en una nueva experiencia en una sala de cine, casi interactuando con lso personajes. La verdad es que la cosa no es para tanto, aunque el efecto 3D es más puro y realistas que nunca; no se utiliza para sorprender o asustar, como en San Valentín Sangriento 3D, sino que se emplea para aportar una mayor veracidad a la historia, como si la estuviésemos viviendo nosotros mismos. Eso sí que está logrado.
Han corrido ríos de tinta desde su estreno mundial, pues mucha gente se ha sentido decepcionada con el resultado final, por debajo de lo esperado. Pero en mi opinión, estamos ante una historia sencilla, vale, pero de las de toda la vida, con las que llevamos disfrutando desde que éramos pequeños, por lo que no hay que exigirle más. Los efectos especiales, el diseño del mundo de los bichos azules, las criaturas que habitan Pandora..., todo ello es maravilloso. La trama es muy normalita y mil veces vista, pero la película te lleva bien y te lo acabas creyendo, incluso sufres por ese mundo que está siendo invadido injustamente por los humanos. Y ahí reside la esencia del cine: si Cameron y su equipo han conseguido que empatices con unos monstruos azules gigantes, tiene muchísimo mérito. Y encima, las 2 horas y media se pasan volando, no como en Titanic, así que mejor.
En cuanto a los actores, Worthington está correcto y es una alegría ver de nuevo a la Teniente Ripley en plena acción. Y por qué no decirlo, me puse palote en varios momentos con la Na´vi protagonista.
Vamos, que me lo pasé como un niño con la peli, que cuenta con una batalla final épica y maravillosa, y con un malo muy malo, de los que le gustan a cualquiera. Y por favor, que se deje de comparar el filme con Pocahontas, que esa sí es mala y aburrida.
Ahora toca estar pendientes de lo próximo de Cameron, que ha evolucionado mucho desde su Pirañas 2 Los Vampiros del Mar, donde los pececitos carnívoros volaban.

No hay comentarios:

Publicar un comentario