miércoles, 27 de enero de 2010

D-TOX OJO ASESINO (2002)


Muchos pensaréis que me he vuelto loco al meter una peli de Stallone entre las entradas de este blog (otros no pensarán nada y otros ni conocerán mi blog), pero lo hago con todas las de la ley, pues D-Tox es un filme de terror con dosis de acción y suspense, que aunque pasó bastante desapercibido y tuvo poco éxito, es muy disfrutable y, en mi opinión, uno de los mejores trabajos de Sylvester Stallone en el campo de la actuación, así como una de sus más excitantes obras de los primeros 2000, cuando su carrera parecía acabada, tras unos largometrajes poco afortunados.

Se podría decir que esta película está más enfocada hacia los fans del cine de acción que hacia los del terror, pero esa idea cambia cuando nos encontramos ante un asesino de policías que se disfraza con un chambergo enorme, y emplea las más horribles torturas hacia sus víctimas. También hay que percatarse de que el director del cotarro es Jim Gillespie, dire también de Sé lo que Hicísteis el Último Verano, cuyo psicópata también va a la moda y usa una ropa similar a la del villano de esta peli. Vale, que sale Stallone persiguiendo al malo de turno y otras caras conocidas del cine de sudor y cervezas, como Tom "El Sustituto" Berenger o Robert Patrick, el mítico T-1000 atleta de Terminator 2, pero tras unos minutos de metraje, nos damos cuenta de que no es un thriller convencional, sino más bien un slasher, donde cambiamos a los jovencitos guapos por un grupo de policías con problemas varios (alcohol, depresiones, ganas de matar a Belén Esteban...), que son encerrados por un tiempo en una antigua cárcel en medio de una nevada tremenda, siendo asesinados por alguien que puede estar entre ellos.

Al principio la cosa tira más hacia la investigación del asesino, pero sus métodos son tan rebuscados y gore, que nos damos cuenta de la intención del director al contar su historia. Prefiere un peli con asesino de policías, algo muy interesante, como lo son las relaciones entre los agentes problemáticos. Stallone es el madero encargado del caso, pero cuando le coge demasiado cerca y piensa que ya ha cazado al culpable, su vida se desmorona. Años después, es llevado a la citada cárcel, con el fin de hacer terapia con el resto de agentes. Es entonces cuando nos hallamos frente a un Gran Hermano sin Mercedes Milá, donde los concursantes son asesinados sin remedio, ya que no pueden escapar de sus habitaciones. Lo cierto es que esta idea para la próxima edición del formato de Telecinco, sería más interesante que ahora. Comienza una nueva investigación, pero ¿quién será el matón? ¿Será el propio Sly, que quedó traumatizado al saber que no pescó al auténtico autor de los hechos? Todos estos ingredientes dan como resultado un thriller de terror muy efectivo, interesante, entretenido y, aunque tópico en algunos momentos, recomendable a tope.

Al hacer esta película, Stallone venía de dos fracasos comerciales como Driven, que él mismo escribió, y Get Carter, remake de Asesino Implacable. He de decir que Driven es un peliculón, que refleja muy bien el mundo de la Fórmula 1 y que Fernando Alonso se pone cada noche antes de acostarse; por desgracia, la gente no supo apreciarla y pasó con más pena que gloria. No puedo decir lo mismo de Get Carter, una basura que jamás debió existir (su único momento chulo es una pelea en un bar con Mickey Rourke); el culpable fue el director, incompetente a más no poder. Sin embargo, Rocky Balboa se embarcó en este proyecto, que tardó dos años en ver la luz, estrenándose en muy pocas salas y con malos resultados (algo normal si estrenas un filme en poco más de 70 salas), mas tuvo buenos rendimientos en los videoclubles. Os recomiendo que le deis una oportunidad a esta cinta, una de las mejores de Stallone y de su director, con un final impactante, unos personajes chulos que suponen un homenaje a La Cosa de Carpenter, y unas muertes ingeniosas y crueles.

Como dato, el director hizo después otra cinta de miedo: Envenenados.

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